Sunday, December 17, 2006

Del adiós


No se dice.
Acude a nuestros ojos,
a nuestras manos, tiembla, se resiste.
Dices que esperas -te esperas- desde entonces,
y sabes que el adiós es inútil y triste.

Jaime Sabines

1 comment:

Anonymous said...

Andar por andar. Las huellas como recuerdo de un paisaje estéril que jamás se volverá a pisar. Pero incluso en la inmensidad de la nada la esperanza siempre nos juega “esa” mala pasada: La de LUCHAR!!
Y luchas y pataleas, torpemente... como un niño indefenso acabado de nacer que llora al ser arrastrado, forzosamente, a ese espectáculo irrisorio y sin sentido que es la vida.