Monday, March 29, 2010

Lectura febril


Leí La sombra del viento hace ya un par de años, y si bien la trama de la novela no tenía desperdicio y atrapaba desde la primera página, tuve siempre la impresión de que había demasiadas piezas a encajar en un puzzle imposible. Era como entrar en un laberinto y quedar atrapada en él, desamparada, esperando pasivamente una mano que te guiara hacia la única salida posible: un desenlace de luz verdadera; liberadora.

No me está pasando lo mismo en El juego del ángel, dónde siento que no hay presión para relatar hechos e historias y el perfil de los personajes adquiere una dimensión latiente, tan bien perfilada, que se auto-justifica a cada acto, sin necesidad de redenciones. Cada capítulo podría ser un punto y final abierto a la imaginación del lector. Y me encanta esta nueva sensación de desbloqueo, de participar activamente en el proceso lector.

¡He imaginado mil respuestas (y finales) y ni he empezado el segundo acto!

2 comments:

Anonymous said...

Hola Montse. Confieso que hace ya unos meses que descubrí tu espacio pero que por mi costumbre de permanecer invisible al pasado me había quedado como un simple voyeur, alucinando por encontrarme un poema mío del instituto, del cual ni me acordaba y pese a avergonzarme de él, lo redescubrí con cariño, porque me di cuenta de quién era y me ayudó a comprender mejor porqué soy quien soy ahora. No estoy acostumbrado a postear y no sé si debería haber puesto este mensaje en la entrada del poema, llegué a pensar que tu blog estaba inactivo pero sospecho que entras sólo cuando te apetece transcribir algún pensamiento que realmente necesites expresar hacia fuera de tu mente y dejarlo así intacto. Veo que es evidente que sigues teniendo alma de ser creativo y sensibilidad artística, aunque me sienta idiota por no haberlo visto con mayor claridad o por haberle quitado importancia en el instituto, demasiado influenciado por la marabunta de incongruencias adolescentes y por haberme desviado a menudo de mi propia sensibilidad, arrastrado por intereses ajenos. No sé, será que necesito buscar a los artistas perdidos y reconciliarme con ciertas injusticias que suceden entre adolescentes. Si entras en alguna ocasión y ves esto, seguro que le va a dar sentido a algún rincón perdido de tus experiencias. Intentaré volver a echar un vistazo en alguna ocasión. Mucha suerte.

galatea said...

¡Buenas y bienvenido!

Me ha sorprendido mucho tu post. Ha sido como reflejarme en un espejo capaz de enseñarme cosas del pasado (y de mi misma) que desconocía o había reinventado con el paso de los años, disfrazando -a sabientas- la realidad.
Transcribí tu poema en unos momentos bastante difíciles de mi vida, momentos en los que sentí que comulgaba completamente con tus pensamientos… A todos nos llega algún día la sensación de fracaso, de pérdida y de dolor. ¡Pero es importante experimentarlos para comprender que vale la pena haber vivido, créeme! Sólo pisar fondo nos puede empujar de nuevo a un salto de auto superación, de rebeldía, de infinitas ganas de sentirse vivo. Y me alegro que ya no sientas vergüenza de tus versos; que hayas comprendido que cada etapa de la vida tiene un sentido. Reconocer lo que fuimos, sentimos y vivimos enmarca lo que hoy en día somos. Aunque CRECER fue algo que –cada uno a su manera– siempre nos dio MIEDO a los dos.

Y si, tienes razón, no tengo muy “actualizado” mi blog… Sólo cuando la necesidad de escribir o transcribir sentimientos se vuelve asfixiante se reactiva, así que podríamos decir que es completamete “atemporal”. (Como mi novela… que llevo 15 años reescribiéndola y cambiando cosas experiencia tras experiencia -Ya no es un cuento de hadas-. O mi mano, que espera con impaciencia un estímulo que la empuje a manchar de nuevo un lienzo. A veces me juzgo culpable de cobardía, de no haber sabido luchar más y mejor por los sueños de un alma creativa, atrapada en un cuerpo finito, limitado, débil y mortal… Y más aún: en un mundo de mediocridades)

¿Qué tal tu? ¿Por donde te ha llevado los caminos de esta vida? Espero que no hayas abandonado tu vena creativa y que, de algún modo, hayas podido encontrar tu lugar en este mundo… ¡Te recuerdo como un bohemio en constante lucha!
¿Alguna huella de tu esencia en la “red”?

¡MUCHA SUERTE A TI TAMBÉN, APRENDIZ DE HAMLET!